El informe Radiografía del Sector Funerario 2025, elaborado por PANASEF, traza el mapa de una industria que se transforma en silencio:
más profesional, más diversa y más consciente.
En 2024, España registró 433.547 defunciones (–0,59 %), pero la facturación global del sector alcanzó 1.716 millones de euros.
Una cifra que no crece por volumen, sino por valor y calidad del servicio.
Por primera vez, el informe incluye un compromiso sectorial con la neutralidad en carbono para 2040.
El modelo de despedida evoluciona: cementerios con energía solar, servicios eléctricos, flores locales y productos biodegradables.
La transición verde deja de ser discurso para convertirse en estrategia operativa.
Más de 13.000 profesionales trabajan en el sector, y 11.000 recibieron formación en 2024, con una media de 22 horas anuales.
No se trata solo de técnica, sino de habilidades humanas: comunicación, empatía y acompañamiento.
El índice NPS de satisfacción alcanza 78,59, uno de los más altos en servicios esenciales en España.
La innovación no llega solo por tecnología, sino por biotecnología y sostenibilidad aplicada.
Soluciones como Zoépure, un bioconductor patentado que permite reintegrar las cenizas en el ciclo natural del suelo, representan el nuevo paradigma del adiós:
convertir lo que termina en lo que vuelve a empezar.
El futuro del sector funerario no se medirá solo en cifras, sino en impacto ecológico, social y emocional.
Empresas y fórmulas sostenibles como Zoépure marcan el camino hacia un modelo más respetuoso con la tierra y la memoria.
